Hoy, tras 7 años, volví a Nueva York para pasar varios días como regalo de mi familia por mi cumpleaños. Increíble, ¿verdad?
La ciudad que no duerme, la dueña del urban glam o de las historias impredecibles.
Volveré a contaros durante mi presencia estos días aquí cómo fue mi reencuentro con la gran manzana. Quizás, muy diferente a cómo la viví entonces. Quizás, más allá de las rutas convencionales.
Esos puestos callejeros que enganchan a propios extraños, la masificación de las escaleras de Times Square o la gente esperando a la salida a los actores de los musicales para ovacionarlos como los de Frozen.
Vuelta a la aventura. NYC, he vuelto.